Tuve que obligarme a ir despacio aunque Las Amigas me apuraran, quizás fuera la alegría de reencontrarme con Aurora desde algo nuevo o la mismísima imposibilidad de la talentosa Yuna Riglos de darle espacio a las comas y puntos y otros signos ortográficos. Seguro la primera. Volvemos a encontrarnos con Yuna, ya convertida en una exitosa artista